En la mayoría de los casos muchos
clientes evitan la instalación de rociadores en sus instalaciones por manejar
información inadecuada del cómo funcionan estos dispositivos y el sistema en
general. Este artículo resume algunos de los mitos y realidades más relevantes,
relacionados con los rociadores automáticos, con el objeto de eliminar
ciertas falsas creencias en el colectivo.
Mito: Cuando el fuego activa un rociador, el resto de los
rociadores también se activan.
Realidad: NO. Solo se activa el rociador, o rociadores que
están bajo la influencia de la pluma del incendio. Esta
creencia proviene de las películas americanas, donde al activar un rociador con
un encendedor, se activan el resto de los rociadores del sistema.
Mito:
Si existe un sistema de detección junto a un sistema de rociadores, se
activarán los rociadores cuando se active una estación manual.
Realidad:
FALSO. Eso solo ocurre en las películas. Los rociadores de bulbo sólo liberaran
agua cuando el elemento fusible alcance la temperatura de activación, no por el
accionamiento del sistema de alarma.
Mito:
Los sistemas de rociadores solo protegen bienes, no protegen vidas
Realidad:
FALSO. Las estadísticas de la NFPA indican que las pérdidas de vidas, tanto de
ocupantes como bomberos, se reducen hasta en un 85% en edificaciones protegidas
por rociadores automáticos.
Mito:
Un buen sistema de detección es más que suficiente para proteger una
edificación
Realidad:
FALSO. Los sistemas de detección advierten en forma temprana la existencia de
un fuego, pero no hacen nada para extinguirlo. En el caso de haber un incendio
durante la noche, donde nadie puede combatirlo, solo un sistema de rociadores
podría controlar el fuego y así evitar pérdidas materiales.
Mito:
El daño por agua producido por los rociadores es mayor que el daño por el fuego
Realidad:
FALSO. En el evento de un incendio, solo se activan unos pocos rociadores
controlando la propagación del fuego, liberando caudales de unos 14 gpm a 50
gpm, en contraposición con las mangueras de incendio que pueden disponer de
hasta unos 250 gpm cada una. El control del incendio solo daña el área de
influencia de los rociadores activados, preservándose el resto de la mercancía.
Las estadísticas revelan que el daño por agua no alcanza al 5% del total de la
mercancía, versus la posibilidad de la pérdida total en la ausencia del sistema
de rociadores.
Mito:
El sistema de rociadores le “roba” agua a las mangueras de incendios
Realidad:
FALSO. El sistema incluye, aparte del agua que consumirá el área de diseño de
los rociadores, la adición de un caudal fijo, entre 250 gpm y 500 gpm, para el
sistema de mangueras.
Mito:
Los rociadores son horribles y afean las instalaciones
Realidad:
Existen una inmensa variedad de rociadores que pueden integrarse estéticamente
a cualquier ambiente.
Mito:
Los rociadores se pueden activar solos y dañar por agua las ocupaciones. No son
confiables
Realidad:
FALSO. La estadística de ruptura o activación “espontanea” de un rociador es de
1 en 16.000.000.000 (se lee, uno en dieciséis mil millones) es decir, para los
efectos prácticos, 0 (se lee, cero).
Mito:
Los sistemas de rociadores son costosos
Realidad:
Eso depende de cómo se vea la inversión en el sistema a largo plazo. Y aquí el
autor desea exponer parte de su experiencia. La inversión inicial del sistema
de rociadores oscila entre el 1% y 3% de la inversión total de la edificación
cuando se construye nuevo, mucho menos que otras competencias, o incluso, los
acabados de pisos u otros elementos constructivos. Sin embargo, esta inversión
redundará, en la protección del 100% del establecimiento, y de sus
ocupantes. Y el autor habla de inversión porque en el evento de un
incendio, el retorno de la misma es inmediato dado que preservará, en promedio,
el 95% de la propiedad protegida. Aparte de esto, los sistemas de rociadores
tienen tiempo de vida promedios de 50 años (debidamente mantenidos), que es un
tiempo significativamente grande para cualquier equipo.
El
autor espera que estas aclaraciones le permitan tomar una decisión más acertada
en el momento de requerir instalar un sistema de rociadores. Igualmente es
importante aclarar que el diseño y la instalación de un sistema de rociadores
debe estar a cargo de empresas con experiencia que posean ingenieros
calificados, que puedan garantizar la confiablidad del sistema instalado.