Conoce las consideraciones básicas para saber qué soluciones debes aplicar en tu proyecto o negocio.
Así como los gobiernos de estado cuentan con instituciones como la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos para ofrecer protección a la ciudadanía, todo aquel que desarrolle o gestione una propiedad de uso común debe considerar la seguridad de las personas que ocupen dicho espacio.
Los sistemas de protección contra incendios representan una medida fundamental a tener en cuenta en este aspecto.
Sea un edificio de apartamentos residenciales, una plaza comercial con tiendas y locales, una galera para almacenar cualquier tipo de producto o mercancía, o un espacio industrial con maquinaria para producción masiva, la protección contra incendios es tan importante que el no contar con un sistema adecuado impediría al dueño o promotor el obtener el permiso de ocupación.
Esto implica que el proyecto debe cumplir con los requisitos básicos para proteger a la edificación y a sus ocupantes contra fuegos para poder ser ocupado, comenzando desde su diseño y durante su construcción. Es tan claro como el agua. Y si existe algún tipo de negligencia la respecto, como usar equipos no regulados o proveedores no certificados, la posibilidad de enfrentar repercusiones legales serias se hace una realidad.
Afortunadamente, en Panamá existen muy pocos referentes de siniestros grandes y fatales en estructuras de uso comercial o público en años recientes. Pero en otros países de Latinoamérica sí han habido casos de este tipo, los cuales han servido de alarma y llamado de atención para que promotores, arquitectos, constructores, proveedores e incluso instituciones públicas se pongan al día con las regulaciones, procesos y equipos necesarios para prevenir y controlar incendios.
Los parámetros para establecer qué tipo de solución contra fuegos requiere una edificación en Panamá son bastante claros y estándar. Ellos se basan en el nivel de riesgo del área y la edificación de acuerdo a su ocupación, al igual que en las regulaciones locales de las autoridades pertinentes. Los sistemas básicos que deben incluir son:
1-Sistema de alarma contra incendio: está conformado primeramente por detectores de humo, de calor y estaciones manuales de alarmas y sirenas. Usualmente se instalan en áreas comunes cercanas a las salidas, o en espacios de cambios de nivel (entre pisos), todos lugares en los cuales estos dispositivos pueden ser mejor visualizados para su pronta activación.
2-Sistema de bombeo: es el medio de impulsión que permite que sea posible el recorrido del flujo del agua para propósitos de apagar fuegos en los diversos espacios de la propiedad. Generalmente requiere de un tanque de reserva de agua propio o independiente.
3-Sistemas de rociadores: deben ubicarse en toda la edificación como en áreas comunes, oficinas, locales y demás dependiendo del tipo de uso.
Edificios multifamiliares, plazas o centros comerciales, galeras y espacios industriales, todos deben contar con estos tres sistemas de manera obligatoria para poder proceder con su ocupación o uso sin excepción.
Existen otras consideraciones básicas para la aplicación de Alarmas Contra Incendios, o ACI. Por ejemplo, el poner detectores en áreas comunes y cuartos de servicio, o que en las salidas o accesos principales se coloquen estaciones manuales de alarmas de manera que puedan ser activadas al momento de una evacuación por incendio. Por su parte, los extintores portátiles deben estar ubicados estratégicamente y accesibles, ya que ellos permiten un combate rápido y manual que sirve de primera medida contra un fuego.
En conclusión, la idea es sencilla y de absoluta relevancia: la protección contra incendios es una responsabilidad porque su impacto es de vida o muerte. Hacer lo correcto y considerarla desde el principio en el diseño y construcción de un edificio, en vez de como un requisito de última hora, garantizará un estándar de vida que toda persona merece.
Así como los gobiernos de estado cuentan con instituciones como la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos para ofrecer protección a la ciudadanía, todo aquel que desarrolle o gestione una propiedad de uso común debe considerar la seguridad de las personas que ocupen dicho espacio.
Los sistemas de protección contra incendios representan una medida fundamental a tener en cuenta en este aspecto.
Sea un edificio de apartamentos residenciales, una plaza comercial con tiendas y locales, una galera para almacenar cualquier tipo de producto o mercancía, o un espacio industrial con maquinaria para producción masiva, la protección contra incendios es tan importante que el no contar con un sistema adecuado impediría al dueño o promotor el obtener el permiso de ocupación.
Esto implica que el proyecto debe cumplir con los requisitos básicos para proteger a la edificación y a sus ocupantes contra fuegos para poder ser ocupado, comenzando desde su diseño y durante su construcción. Es tan claro como el agua. Y si existe algún tipo de negligencia la respecto, como usar equipos no regulados o proveedores no certificados, la posibilidad de enfrentar repercusiones legales serias se hace una realidad.
Afortunadamente, en Panamá existen muy pocos referentes de siniestros grandes y fatales en estructuras de uso comercial o público en años recientes. Pero en otros países de Latinoamérica sí han habido casos de este tipo, los cuales han servido de alarma y llamado de atención para que promotores, arquitectos, constructores, proveedores e incluso instituciones públicas se pongan al día con las regulaciones, procesos y equipos necesarios para prevenir y controlar incendios.
Los parámetros para establecer qué tipo de solución contra fuegos requiere una edificación en Panamá son bastante claros y estándar. Ellos se basan en el nivel de riesgo del área y la edificación de acuerdo a su ocupación, al igual que en las regulaciones locales de las autoridades pertinentes. Los sistemas básicos que deben incluir son:
1-Sistema de alarma contra incendio: está conformado primeramente por detectores de humo, de calor y estaciones manuales de alarmas y sirenas. Usualmente se instalan en áreas comunes cercanas a las salidas, o en espacios de cambios de nivel (entre pisos), todos lugares en los cuales estos dispositivos pueden ser mejor visualizados para su pronta activación.
2-Sistema de bombeo: es el medio de impulsión que permite que sea posible el recorrido del flujo del agua para propósitos de apagar fuegos en los diversos espacios de la propiedad. Generalmente requiere de un tanque de reserva de agua propio o independiente.
3-Sistemas de rociadores: deben ubicarse en toda la edificación como en áreas comunes, oficinas, locales y demás dependiendo del tipo de uso.
Edificios multifamiliares, plazas o centros comerciales, galeras y espacios industriales, todos deben contar con estos tres sistemas de manera obligatoria para poder proceder con su ocupación o uso sin excepción.
Existen otras consideraciones básicas para la aplicación de Alarmas Contra Incendios, o ACI. Por ejemplo, el poner detectores en áreas comunes y cuartos de servicio, o que en las salidas o accesos principales se coloquen estaciones manuales de alarmas de manera que puedan ser activadas al momento de una evacuación por incendio. Por su parte, los extintores portátiles deben estar ubicados estratégicamente y accesibles, ya que ellos permiten un combate rápido y manual que sirve de primera medida contra un fuego.
En conclusión, la idea es sencilla y de absoluta relevancia: la protección contra incendios es una responsabilidad porque su impacto es de vida o muerte. Hacer lo correcto y considerarla desde el principio en el diseño y construcción de un edificio, en vez de como un requisito de última hora, garantizará un estándar de vida que toda persona merece.