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Recomendaciones para disminuir costos en el sistema contra incendios de un proyecto


costos

Los sistemas contra incendios han tomado relevancia en la construcción en Panamá a partir de la aprobación de varias normas y leyes en las cuales se recomienda instalarlos como parte integral de las edificaciones dependiendo del uso final de las mismas. Esto ha permitido que una especialidad que se encontraba en el oscurantismo, poco a poco haya ganado espacios entre los profesionales del diseño y construcción de inmuebles.
Partiendo del hecho de que la legislación panameña exige en ciertos grados de obligatoriedad que las edificaciones posean un sistema contra incendios, que cumplan con requerimientos normativos locales e internacionales (como las normas NFPA), los constructores encuentran en los mismos un gasto no deseado, entre otras razones, porque deben gastar dinero en un servicio que no agrega valor tangible a la edificación, como sí lo hace un acabado de piso, un área de juegos o una piscina. Partiendo del hecho de que un sistema típico de incendios puede costar, dependiendo de la edificación protegida, entre el 0,5% y el 2% del total del proyecto, muchos constructores están siempre en la búsqueda de ahorros en esa área. Lamentablemente, buscan economizar en lo evidente (calidad de materiales y equipos, idoneidad de los diseñadores, entre otros) y no estableciendo estrategias que rendirían mejores frutos a largo plazo. Algunas veces, estos ahorros incluyen costos ocultos a largo plazo, y es la intención de este trabajo poner en contexto las recomendaciones para disminuirlos.

Invierta en diseños idóneos, contrate empresas idóneas.

La mayoría de los diseños de sistemas contra incendios en Latinoamérica, sobre todo para edificaciones residenciales y comerciales, son elaboradas por profesionales que no están debidamente capacitados, en esencia, porque el enfoque del diseño es realizado en la infraestructura del sistema (tuberías, bombas, cableado, entre otros) y no en los análisis de riesgo pertinentes, área donde la mayoría no tienen formación, y en justificaciones técnicas basadas en conocimiento normativo. Estos sistemas se diseñan por recetas, repetición, plagio y con análisis superficiales. El resultado son sistemas decorativos, que eventualmente funcionarán erráticamente, pero que, en la mayoría de las veces, no serán confiables, se dañarán por sismos o movimientos estructurales y no protegerán la vida ni los bienes de las personas, creando una falsa sensación de seguridad. El no contratar empresas con experiencia, con ingenieros capacitados y formados en protección contra incendios, da como resultado diseños pobres, ingenierías con falencias que empiezan a pasar factura desde el mismo comienzo de la instalación de los sistemas (sobre costos por omisiones, retrasos imprevistos, falta de definición constructiva, carencia de especificaciones formales, etc) y más allá cuando la aseguradora del inmueble o los bomberos no reciben la obra, y mucho más allá cuando alguna persona o ente demande al constructor por intereses difusos .

Si el constructor contrata desde el principio a una empresa idónea para la ingeniería, se desarrollará una simbiosis que permitirá optimizar muchos aspectos del sistema contra incendios que redundará en economía basada en decisiones técnicas de diseño y no en la eliminación de componentes esenciales. Incluso, un buen consultor, podrá hacer recomendaciones constructivas a la edificación o proceso, en el caso de una industria, para mitigar riesgos que no requerirán de un sistema contra incendios robusto. En palabras simples, si el diseño es idóneo, habrá un ahorro intrínseco en la optimización del mismo, y un ahorro a largo plazo por la reducción de costos de instalación y garantía de que no habrá reclamos de los usuarios finales o grupos de interés.

Contrate empresas instaladoras expertas y confiables

En el proceso sistemático de ahorros tiene un lugar preponderante la mano de obra. Al no tener otra estadística a mano que la experiencia en el mercado, el autor se permite afirmar que la mayoría de los sistemas contra incendios de las edificaciones contemporáneas han sido instalado por plomeros y electricistas genéricos, supervisados por ingenieros sin competencias específicas en protección contra incendios. El resultado es que la instalación es ejecutada por personal que se orientan por la ingeniería (que no es idónea en la mayoría de los casos), y regularmente toman malas decisiones, o simplemente, no instalan el sistema correctamente. Las consecuencias económicas de este hecho son tan numerosas como impactantes en el presupuesto de la obra.

Evite que la suma de las partes sea mayor que el todo

Si se combinan los ahorros clásicos, y se tiene un diseño deficiente, se compran materiales de dudosa calidad y se contrata a una empresa instaladora sin competencias, el resultado será que el costo inicial del sistema se incrementará irrazonablemente sin lograr el objetivo principal que es la protección de los ocupantes de la edificación.

Piense en los ocupantes de la edificación o el establecimiento

Finalmente, si se piensa que el sistema contra incendios que se va a instalar en la edificación permitirá que ningún ocupante salga lesionado o muerto durante un incendio, el ahorro final será inmensurable. Mientras se vea el sistema de incendios como un gasto, y no como una inversión en la protección de las vidas de los ocupantes, seguirán apareciendo oportunidades de hacer ahorros clásicos de los ya mencionados. Cuando esta visión cambie, no habrá límites presupuestales para garantizar ese derecho irrenunciable que tenemos todos los seres humanos de vivir en ambientes seguros.